Apoya el lenguaje de tu bebé con estas simples rutinas
La habilidad de comunicarnos con otros a través del habla no es algo que ocurra naturalmente. Si un niño no está expuesto al lenguaje, no aprende a hablar. Por eso es importante aprovechar las oportunidades que tenemos para interactuar intencionalmente con ellos y así apoyar el desarrollo de su lenguaje.
9 Rutinas que apoyan el lenguaje
Mírale a los ojos: Tu bebé aprende a hablar por imitación. Por lo tanto, necesita verte gesticular las palabras para vincularlas con el sonido que oye. Así pronto intentará hacer lo mismo.
Háblale todos los días: El cerebro de tu pequeño está siempre alerta. Cuando le habla activas la región que se encarga del lenguaje y de ese modo ayudas a construir su base de datos con sonidos familiares. El primer año de vida es clave para su aprendizaje.
Lee todo el tiempo: Leer es la mejor inversión de tiempo para el desarrollo de tu bebé. Le crea seguridad al estar más cerca de ti. Cultiva vocabulario. Promueve el autocontrol. Fomenta el amor por la lectura. Es mágico.
Dale la oportunidad de expresarse: A veces queremos ayudar a los niños porque ya sabemos lo que quieren, robándole la oportunidad de expresarse por sí solos. Incentívalos modelando cómo se dice correctamente y reconoce sus esfuerzos.
Usa palabras completas: El vocabulario de un niño en kínder predice qué tan bien le irá académicamente. Aprovecha los primeros años para darle un ambiente rico en lenguaje. Usa palabras comunes y también sofisticadas. Tu bebé nació listo.
El espejo es tu amigo: Algunos expertos sugieren utilizar el espejo para jugar, bailar y a la vez mostrarle a los niños cómo movemos la boca al hablar. Así, los hacemos verse a ellos mismos y a nosotros y les damos más herramientas para el habla.
El celular no es recomendable: Dejemos claro algo, la interacción humana es necesaria para aprender a hablar. Una pantalla entretiene, no interactúa. Aprovecha el período crítico de los primeros años para enriquecer su repertorio lingüístico con tus palabras.
Procura socializar: Busca oportunidades para interactuar con otros niños de edades similares. Clases de música, horas de cuento, clases de español (si estás fuera de tu país). Estas experiencias enriquecen y estimulan el desarrollo del habla. Además, los prepara para el preescolar.
Intenta estar presente: Aunque tu día esté lleno de tareas, dale prioridad a la interacción con tu bebé. Cada interacción -por pequeña que sea- forma parte de la conversación y está ayudando a que su cerebro se desarrolle adecuadamente. Cuando estás presente, respondes mejor a sus necesidades y fortaleces el lazo emocional entre ustedes.