El cerebro de tu bebé crece gracias a ti durante los primeros años
Según expertos en el desarrollo infantil, tú tienes en tus manos una oportunidad de oro. No te costará dinero, ni estudios especializados. Y, ayudará a sentar las bases sólidas para el crecimiento saludable de tu bebé.
Se trata de la calidad de la interacción que tienes con tu pequeño desde que nace y de que a mayor interacción, mayor número de conexiones cerebrales se forman en su cerebro y más fuerte el lazo entre ustedes.
Uno de los estudios más contundentes al respecto se realizó en una institución de niños huérfanos en Bucarest, Rumania, donde tres investigadores estadounidenses analizaron el desarrollo cerebral y cognitivo de 136 niños huérfanos, quienes habían carecido de interacciones frecuentes o muestras de afecto.
El estudio se inició en el año 2000 y arrojó conclusiones impactantes que demostraron la importancia de hablarles, cantarles y arrullar a los bebés desde el inicio de sus vidas. En la ausencia de interacciones cariñosas durante el primer año de vida, los niños evidenciaron dificultad para establecer lazos de confianza con otras personas y, en muchos casos, fueron consecuencias que se extendieron a la vida adulta.
La interacción humana frecuente es esencial para que tu bebé empiece a desarrollar el habla, el sentido de seguridad y confianza en el mundo que le rodea. Durante este tiempo, enfócate en interactuar de forma intencional, reduciendo las distracciones y respondiendo a los intentos de comunicación de tu bebé. El simple hecho de pretender que llevan una conversación le ayuda a desarrollarse saludablemente.
¿Qué pueden hacer?
Acostúmbrense a leer juntos desde estos primeros meses. Aunque tu bebé parezca no comprender, el sonido de tu voz le resultará relajante y pronto la lectura se convertirá en parte de los rituales familiares.
Describe lo que tienes a tu alrededor, nombrando lo que ves y lo que están haciendo.
Jueguen a esconderse y encontrarse, cubriéndose los ojos con sus manos o una cobijita.
Escuchen música adecuada, con rimas repetitivas.
Evita las pantallas durante el primer año de vida. No es recomendable que los bebés vean TV o usen celulares durante este tiempo, pues su cerebro no está listo para la velocidad de las imágenes. Además, el tiempo que está frente a una pantalla es tiempo que se pierde en el desarrollo de áreas importantes como el habla, lo motriz y socioemocional.