Construyendo un rincón de la calma

 

Tener un espacio seguro y tranquilo para esos momentos de emociones fuertes es ideal para volver a la calma. Lo mejor de esta idea es que es muy fácil de crear y no requiere de recursos especiales.

Sigue estos pasos y recuerda usarlo justo antes de una crisis. Tú, más que nadie, conoces a tu hijo. Si identificas que tu pequeño está a punto de explotar y están en casa, visiten su rincón de la calma, exploren los recursos que tienen allí y creen una rutina que incluya respirar profundo, jugar con artículos sensoriales, leer libros, escuchar música y tener una breve conversación sobre las emociones que sintieron. Énfasis en la palabra breve ;-)

  1. Identifica el lugar: Debe ser un lugar tranquilo de la casa, como un espacio en su cuarto o en la sala. Pero, no debe ser su cama, ni la tuya.

  2. Hazlo acogedor: Agrega almohadas, cobijas o un sofá cómodo para relajarse. Ten a la mano una cesta con 3 o 4 de sus libros favoritos. Invita a tu niño a escoger un peluche especial para su rincón de la calma que pueda abrazar. Elimina distracciones innecesarias. No pantallas.

  3. Apóyate con herramientas: En la pared coloca fotos lindas de ustedes que le recuerde una experiencia muy agradable. Agrega dibujos especiales de su autoría que le gusten mucho. Coloca dibujos sobre las emociones en la pared: caritas felices, tristes, sorprendidas, enojadas, etc. Considera algún juguete de manipulación como una pelota antiestrés o una botella relajante con agua, aceite y colorante.

En esta foto de elcolumpiodeclaudia.com puedes ver cómo es un rincón de la calma.

Isabel Sancho, comparte más fotos y detalles sobre este en su blog.

Una vez que ya tengas tu espacio de la calma, ten en cuenta lo siguiente a la hora de usarlo:

  • Es un espacio para conectar, no para castigar: Es muy importante tener esto en cuenta. El rincón de la calma se usa para regular y respirar. El mejor momento de usarlo es antes de la crisis. Es decir, cuando veas a tu niño agitado, emocionado, exaltado o irritado, pero no totalmente desbordado.

  • Acompáñalo en el proceso: Estos momentos son oportunidades para conectar con tu niño. Siéntense juntos a respirar, a leer, a jugar, a abrazar un peluche y a sentir la emoción del momento hasta que la intensidad pase y todos estén regulados para continuar con su rutina normal.

  • Enséñale a usar las herramientas: Apunta a las fotos de ustedes en la pared. Recuérdale dónde estaban en ese momento y lo bien que la estaban pasando. Hablen de las caritas de emociones que tienen cerca y de cómo se parecen o no a lo que sienten en ese momento. Escojan una botella relajante o un juguete para manipular.

Recuerda: El rincón de la calma no es un recurso para castigar a tu niño ni ponerlo en “time-out”. Por el contrario, es un espacio seguro para ayudarlo a regularse. Algunos llaman a esta técnica el “time-in”. Es decir, un momento para entrar en contacto con las emociones, sentirlas y dejarlas pasar. 

Espero que lo intentes y que tengas resultados positivos.

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