¿Por qué es tan difícil aceptar las emociones fuertes de nuestras niñas y niños?

El otro día leí algo en un libro que me impactó. La autora, Hunter Clarke-Fields, expresaba que si los padres pasamos años negando los sentimientos y emociones de los niños, no es sorpresa que para el momento que llega la adolescencia, ya no quieren compartir con nosotros lo que realmente les preocupa. Simplemente, cuando nuestros niños necesitan más de nuestra guía y apoyo, ya no tenemos su confianza, porque para ese entonces, ellos piensan que sus sentimientos no serán tomados en cuenta.

Sentir es tan humano como respirar

Claramente, los padres no nos proponemos alienar a nuestros hijos cuando alcanzan los 13 años. Es un proceso que ocurre lentamente a través de los mensajes que continuamente les enviamos, muchas veces sin saberlo. ¿Reconoces algunas de estas frases?

  • Está bien. No pasó nada.

  • No llores.

  • No te molestes.

  • Eres un niño grande.

  • Eres fuerte.

  • Vamos, olvídate de eso. ¿Quieres un helado?

Te preguntarás, ¿qué hay de malo con esas frases? ¿No es apropiado decirlas para calmar a mis hijos?

Pues, esas son expresiones comunes que buscan cambiar algo que aparentemente está mal y que nosotros los padres sentimos la responsabilidad de arreglar. Sin embargo, con el tiempo, estos mensajes le enseñan a los niños a evitar expresar sus verdaderos sentimientos, a minimizarlos, o a ignorarlos por completo. Esta práctica repetitiva les refuerza que aquello que sienten no es importante. En consecuencia, los niños dejan de confiar en sus propias emociones y empiezan a depender de nosotros los adultos para determinar cómo es aceptado sentirse en ciertas ocasiones.


¿Por qué rechazamos sus sentimientos? Te doy una pista: tiene que ver con la biología humana.

Aunque a veces estas tres situaciones se presentan:

  • Es una inconveniencia: No es el momento ni el lugar.

  • Vergüenza: ¿Qué van a pensar los demás de cómo crío a mis hijos?

  • Dolor: Es doloroso ver a nuestros seres queridos sufrir.

En realidad, dos cosas muy humanas están ocurriendo cuando afloran las emociones fuertes y los adultos salimos apresurados a contenerlas:

1 - Los cerebros de los niños pequeños son demasiado inmaduros para manejar situaciones altamente emocionales. Su corteza prefrontal, también conocida como su “cerebro superior” o el área encargada de regular las emociones, aún no se ha desarrollado por completo. Eso sucederá bien entrados los veinte años. Por lo tanto, la desregulación es un comportamiento esperado de un niño pequeño.

2 - Nuestros cerebros adultos están programados para reaccionar ante el estrés de tres maneras: corriendo, peleando o paralizándonos, cuando no intentamos conscientemente responder de otra manera. La amígdala es la parte del cerebro que nos protege del peligro enviándonos señales para actuar. Pero los cerebros humanos no están lo suficientemente evolucionados para distinguir entre el peligro real (hay un tigre frente a mí) y el peligro ficticio (mi hijo rompió accidentalmente algo especial).

 
El mejor indicador del bienestar de un niño es el autonocimiento de sus padres
— Dr. Daniel Siegel, citado por Raising Good Humans, 2020.
 

Sigue estos 3 pasos para identificar tus detonantes

Los estudios han demostrado que nuestras propias experiencias de la niñez, ya sean conscientes o inconscientes, inciden en la forma como reaccionamos a los comportamientos de nuestros hijos hoy en día, porque de nuestra crianza depende que seamos más suceptibles a ciertos detonantes.

Puede que no te des cuenta, pero la razón por la que reaccionas tan intensamente cuando tu hijo no termina su comida puede tener sus raíces en tus propias experiencias con la comida cuando tú eras niño. ¿O, la reacción de ver a tu hijo corriendo hacia un charco de lodo mientras otros padres están totalmente tranquilos e incluso sonríen ante la situación? Sí, eso también proviene de lo que te hicieron creer acerca de si estaba bien o mal.

Entonces, ahora que sabemos que estamos naturalmente condicionados para reaccionar de cierta manera, ¿qué hacemos al respecto?

Paso 1 - Toma nota de tus detonantes. Puede ser una nota mental o una nota real en papel o en tu móvil. Cuanto más prestes atención a esas situaciones, más fácil será cambiar tu forma de responder. Si deseas leer más sobre cómo convertirte en un padre más consciente, lee mi publicación anterior aquí.

Paso 2 - Comparte verbalmente cómo te sientes con quienes te rodean en un esfuerzo por ser transparente acerca de sus detonantes, mientras aprendes a gestionarlos.

Paso 3 - Usa una técnica de relajación, ya sea alejándote físicamente del entorno por un momento para calmarte antes de detonar por completo o respirando profundo varias veces durante la situación.

Al seguir estos 3 pasos (o una versión que te funcione a ti), no solo evitarás que la situación se intensifique, sino que también le mostrarás a tu familia que hay formas alternativas de responder a las situaciones de estrés.


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Esta lista en inglés es un compendio de posibles detonantes en relaciones entre adultos desarrollado por el Instituto Gottman. Algunos son aplicables a padres.

 

¿Cómo aceptar más las emociones fuertes de nuestros hijos?

Establecer una práctica frecuente de meditación es una de las estrategias más efectivas, que ha sido comprobada en múltiples estudios. Incluso, unos pocos minutos al día de auto-reflexión pueden ayudar a los padres a ser más conscientes de sus propias emociones, a adoptar técnicas de respiración para controlar el estrés diario y a usar la empatía.

Otra forma de abordar situaciones fuertes con tus hijos es sentir curiosidad sobre lo que está impulsando sus sentimientos. Puedes hacer preguntas como:

  • ¿Me puedes contar más?

  • ¿Y, luego, qué pasó?

  • ¿Cómo te hizo sentir?

  • ¿Qué puedes hacer la próxima vez?

  • ¿Cómo crees que se sintió la otra persona?

  • ¿Qué puedes hacer para sentirte mejor?

  • ¿Hay algo que yo pueda hacer para hacerte sentir mejor?

Espero que hayas encontrado útil este artículo. Si tienes comentarios o sugerencias, déjelos a continuación. Me encantará leerte.

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